Para los retratos a lápiz utilizo papel de dibujo grueso y me armo de lápices H para el boceto, empezando por marcar líneas finas.
Para el sombreado uso lápices desde B hasta B9, según la intensidad deseada.
Por último, empleo el difumino para difuminar y conseguir las sombras que necesita el retrato para reproducir los gestos, las miradas, las expresiones…